Opinión
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Cínicos y cobardes

Antonio Tourville, militante histórico del peronismo.

Por Antonio Tourville, especial para NOVA.

Días pasados, el director de Agencia de Noticias NOVA, Mario Casalongue, fue atacado en su oficina por el diputado nacional Francisco De Narváez, precandidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Frente Renovador que encabeza Sergio Massa, acompañado de un guardaespaldas.

El legislador argumentó que su actitud se debió a una nota infamante contra su familia y que el golpeado extorsionaba a través de estas publicaciones. La victima de este acto de barbarie, perdió el conocimiento cayendo al suelo, donde lo siguieron atacando. Tras el ataque, De Narváez imperativamente obligó a que una de las tres periodistas presentes borrara la noticia de la página web.

Cuando titulo “Cínicos y cobardes” no adjetivo a De Narváez ni a su guardaespaldas, porque será la Justicia la que deberá encuadrar a estos dos sujetos dentro del Código Civil y Penal, para juzgarlos y condenarlos como corresponde.

Sino que me refiero los pseudoperiodistas y los pseudopolíticos que salieron presurosos a justificar la agresión, argumentando que la víctima era un extorsionador con mentiras.

Estos personajes jamás habrán visto las famosas tapas de una renombrada revista, donde se mostraba a nuestra máxima autoridad institucional, la presidenta Cristina Kirchner, desnuda o teniendo un orgasmo. No vieron a nuestro difunto y querido expresidente Néstor, con un traje de preso o huyendo con un botín.

Tampoco leyeron falsas acusaciones, como la del fallecido fiscal Alberto Nisman, el burlesco interpretado por un tal Lanata y su troupe, o las mentiras de la usina hegemónica de la mentira.

¿Dónde estaban cuando se acusaba a la hija de la Presidenta de poseer fabulosos departamentos en Estados Unidos, o a su hijo de tener cuentas multimillonarias en dólares?

Nunca se enteraron de la anécdota decenas de veces contada por un afamado periodista, sobre un CEO de medios que subalternaba la autoridad presidencial a su mediático poder.

No se han enterado que existe un oligopolio de medios que a través de burlas, mentiras y operaciones, pretende –a veces con éxito– desautorizar a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, destruyendo a tales efectos, con métodos viles, personas, familias, honras y futuros.

Un oligopolio extorsionador que ha puesto y sacado presidentes, que administra un fabuloso poder, el cuarto, al servicio de intereses concentrados locales y extranjeros.

Por eso digo “cínicos y cobardes”, porque presentar a un periodista como el “Judas” de la extorsión, mientras nada se dice del monstruo extorsionador conformado para vaciar nuestro país una y otra vez, arrastrando a su pueblo a la ruina. Es lisa y llanamente un acto del más bajo cinismo y la más indigna cobardía.

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