La acusada dijo que la víctima habría tenido una actitud para con ella que posteriormente denunció como un abuso sexual simple. Los jueces descartaron la declaración negando que “de lo que apreciamos en el video que hubiera alguna intención o materialización de tener algún tipo de contacto sexual con la Señora Fiad, tampoco que pusiera manos en la autoridad”.

El Tribunal corroboró que fue la imputada quién llevó adelante las medidas, y que simplemente encomendó en algunos casos a sus acompañantes que completen las acciones iniciadas por ella. Señalaron además que es una oficial de policía con jerarquía alta, de la que era de esperar el conocimiento sobre las circunstancias y la legalidad o no de sus actos.

Finalmente, aclararon que no coincide el acta con lo que efectivamente ocurrió, que era un elemento susceptible de causar perjuicio al imputado y a la administración de justicia que se basa en ese instrumento para tomar decisiones, por lo que también debe responder por falsedad ideológica de instrumento público. El Tribunal descartó el delito de abuso de autoridad, dado que está contenido en el delito de detención ilegal, que resulta más grave.

El tribunal compuesto por tres jueces técnicos y dos ciudadanos, tuvo por acreditados los hechos tal como los presentó la Fiscalía. El presidente del Tribunal leyó el veredicto y explicó los fundamentos que luego todos los miembros del tribunal expondrán al redactar sus votos.

Sostuvo que vieron el video, tomaron en consideración la declaración de la imputada y “no existía coincidencia entre esos dos elementos”. Sí encontraron exactitud en los aspectos relevantes entre la filmación y lo aportado por los testigos.